Cuando se va a comprar una vivienda a un promotor inmobiliario, ya sea una casa, un adosado o un simple apartamento, la pregunta sería qué hay que exigir al constructor o en qué hay que fijarse. Lo primero sería el certificado energético de la vivienda, que ya es obligatorio por normativa y que define, basándose en ciertos parámetros, si el edificio va a consumir más o menos energía que los estándares. Un edificio con calificación A sería lo mejor, mientras que las menos eficientes son viviendas con calificación E.

El cumplimiento estricto de las exigencias de ahorro energético establecidas en la legislación vigente permite obtener calificaciones D o E. Un diseño energéticamente eficiente junto al empleo de energías renovables permitirá alcanzar calificaciones más elevadas. Según la Normativa actual el edificio deberá disponer de una instalación solar que cubra parte de las necesidades energéticas de la vivienda en cuanto a generación de ACS.

Una mala decisión de compra se toma una vez, pero en el caso de una vivienda poco eficiente, sus consecuencias se mantienen a lo largo de toda su vida útil. Por tanto, es esencial que a la hora de adquirir una vivienda en propiedad sepamos qué comportamiento energético tiene desde el principio. Es importante también que nos interesemos por la calidad del aislamiento que tiene porque vamos a ser sus propietarios y tendremos que hacernos cargo de su factura energética.

Cuando se calcula el coste de una nueva vivienda, es necesario tener en cuenta, además del precio de la compra, también los gastos de calefacción, iluminación, aire acondicionado en verano, etc. En otras palabras, es necesario considerar el nivel de consumo de energía, para que la diferencia de la factura de energía anual entre la “antigua vivienda” y una vivienda eficiente en energía sea bastante significativa.

Para elegir bien una vivienda, es imprescindible informarse sobre:

– Las tecnologías energéticas y características ambientales que se deben tener en cuenta antes de proceder a la compra.
– La información necesaria para entender el significado de Certificación de la Energía que deben tener los edificios de nueva construcción.
– Un plan comparativo de los costes de compra y los gastos de gestión, para evaluar la conveniencia de comprar una vivienda energéticamente eficiente.
– Algunos ejemplos de viviendas de bajo consumo energético.

Estos requisitos incluyendo la estructura del edificio y el sistema de calefacción, tienen un gran impacto en ambos, en el confort de la vivienda y bienestar, así como en los gastos operativos del edificio. Por lo tanto, a pesar del coste al adquirir tecnologías más innovadoras y algo más caras, la inversión inicial se recupera en un corto período de tiempo debido a costes operativos más bajos.

CONSEJOS

Asesórate lo máximo posible. No te dejes seducir por la apariencia de los acabados e indaga el estado de lo que no se ve a primera vista (estructura, instalaciones, sótanos, cubierta,…). En principio, desconfía de las soluciones “tecnológicas” que no estén cotejadas por la práctica. De hecho, cuanto más gruesos y pesados sean los elementos verticales (muros de fachada y de carga, medianeras, tabiques,…) y horizontales (forjados), se mejora la inercia térmica de la casa, lo que procura una estabilidad de la temperatura interior y se reducen las necesidades de calefacción y refrigeración. El aislamiento y las condiciones de ventilación son, también, básicos. El ideal es un edificio antiguo que esté en buenas condiciones de estabilidad y habitabilidad, y que haya sido rehabilitado recientemente. La “buena arquitectura” actual suele reunir también excelentes condiciones constructivas.